Liz Arango-Howshall
Receptor de Trasplante - Tejido
Liz Arango-Howshall ama la vida y aprovecha cada momento del día. Artista visual y dueña de una tienda de materiales de arte, divide su tiempo entre dar clases, trabajar en un colegio comunitario local y cuidar de Shelby, su querida perra. Pero en julio de 2016, la vibrante vida de Liz se puso en peligro cuando resbaló y se cayó por unas escaleras.
Las heridas de Liz eran graves. Las radiografías revelaron múltiples fracturas en la pierna y los tobillos. Le preocupaba el impacto que su recuperación y sus heridas tendrían en su rápida vida.
"Estar recluida durante siete meses mientras me curaba fue realmente agonizante. Como viuda sin parientes vivos, lo soporté gracias a la comunidad de amigos de mi ciudad, que se preocuparon por mí", recuerda Liz.
Gracias a los cuidadores de su comunidad y al hueso donado por un generoso donante, la recuperación de Liz fue un éxito y ya se ha recuperado.
Un año después, Liz celebra haber vuelto a su ocupada agenda, pero a menudo reflexiona sobre el gran impacto que la donación y el trasplante tuvieron en su recuperación. Aunque su crianza la había llevado a ser escéptica con respecto a la donación de órganos, ahora comprende la verdad que se esconde tras los muchos conceptos erróneos y espera compartir esa concienciación con otras personas de la comunidad hispana.
"He estado reflexionando sobre mi experiencia y ahora veo lo equivocada que estaba con respecto a la donación. Mi corazón se ha convertido y ahora estoy considerando la posibilidad de hacerme donante. No sé quién es mi donante ni de dónde eran, pero le estaré eternamente agradecida. Mi donante es ahora parte del artista que soy".