Ieesha Johnson
Receptor de trasplante - Tejido
Donante
En abril de 2013, mientras competía en West Virginia en Tough Mudder, pasándolo como nunca, tuve un accidente. Mientras corría hacia la siguiente carrera de obstáculos, resbalé con una roca y caí unos 3 metros cuesta abajo. Mientras caía por la colina, lo único en lo que podía pensar era en lesionarme hasta el punto de no volver. Después de la caída, me sorprendí al incorporarme y darme cuenta de que estaba ileso... o eso creía. Durante la carrera, intenté pasar un muro y me di cuenta de que no podía mover la mano izquierda. Aun así, no le di demasiada importancia. Un hueso roto no puede ser tan grave, ¿verdad? En ese momento supe que no podría terminar las últimas carreras de obstáculos, sin embargo, terminé con mi equipo y crucé la línea de meta. Una vez terminada la carrera, me dirigí a la sala de urgencias más cercana. Después de hacerme la radiografía, el médico me informó de que no me había roto el hueso a causa de la caída, sino porque tenía lo que parecía ser un tumor que crecía en el hueso, por lo que necesitaba más atención médica. Poco después, me puse en contacto con un especialista y descubrí que el diagnóstico podía ser cáncer y que había que extirpar el tumor. Afortunadamente, tras la operación, descubrimos que el tumor era benigno. Estoy eternamente agradecida a mi donante y a su familia, que amablemente dijeron que sí a la donación de tejidos. Si no hubiera sido por mi donante, habría tenido que someterme a otra operación para extraerme hueso del muslo y sustituir el que tuvieron que quitarme de la mano. Dios te bendiga, ¡pienso en ti cada vez que corro!